jueves, 12 de julio de 2012

LA UE Y EL PP DESTROZAN LA DEMOCRACIA EN ESPAÑA



La doctrina del shock está siendo aplicada a rajatabla por el Gobierno del PP siguiendo las órdenes de los eurócratas de Bruselas y del BCE.  El sueño de una Europa como espacio de democracia, libertad e igualdad que fuese ejemplo de un orden interno mundial de que auspiciaba, entre otros muchos, Habermas, ha desaparecido. La UE se ha convertido en una amenaza para la democracia al ponerse al servicio de la oligarquía financiera europea.

El caso español sigue la senda de Grecia, Italia, Portugal, Irlanda. Pero el deterioro democrático también llega a Alemania y otros países centrales si persiste en esa política de estabilidad financiera, política fiscal regresiva y adelgazamiento del Estado social.
En 2007 España era desde el punto de vista de los ortodoxos de la estabilidad financiera modélica. No había déficit, sino superávit en las cuentas públicas, lo que invalida la propaganda mentirosa del actual gobierno de que el anterior era despilfarrador que gastaba más de lo que tenía. La deuda pública era muy pequeña, una de las más bajas de Europa Así las cosas el Gobierno Zapatero puso en práctica una desastrosa política fiscal de reducción de impuestos a las clases acomodadas. El Estado se financiaba sobretodo con impuestos sobre el consumo (IVA) y sobre las rentas del trabajo. Por ello con el estallido de la crisis, con la consecuencia de desempleo y retracción del consumo, el Estado entra en déficit, no tanto por exceso de gasto, sino, sobre todo, por defecto de ingresos.  A partir de ahí la llegada del PP al gobierno la hace negando que va a  aplicar subida de impuestos y recortes en los servicios sociales.  Pues bien, no ha hecho otra cosa desde que ha llegado. Los recortes en sanidad y educación han sido brutales, hasta el momento 10.000 millones de euros, pero se anuncian más. Pero más brutal es que al mismo tiempo se han dado enormes cantidades a los bancos. Solo a Bankia, el banco mimado del PP, ha recibido  más 24.000 millones. Más del doble de todos los recortes en sanidad y educación.

Las medidas anunciadas son de una brutalidad que solo seres despiadados y serviles son capaces de hacer. Ayer se anunciaron nuevas medidas: Debilitarán lo público mediante la reducción de salarios y del volumen de empleo de los servidores públicos quienes vienen sufriendo una dura campaña de desprestigio en los medios de comunicación. Atacarán la Seguridad Social al reducir la cuota patronal en dos puntos, al reducir la prestación por desempleo, al aumentar la edad de jubilación y endurecer los requisitos para el acceso a la pensión. Favorecerán los fondos de pensiones privados. Han destrozado las prestaciones para las personas dependientes, subirán el IVA, que es el impuesto más regresivo que existe, eliminarán las deducciones fiscales por compra de vivienda y, sin embargo, ni una sola medida impondrán que haga cargar las consecuencias de la crisis a aquellos que la provocaron.  Estas medidas, sumadas a las que ya han adoptado, como la reforma contralaboral, traerán pobreza, desempleo, atraso. Condenaran a una generación a la desesperación. Será la generación joven actual la más preparada de la historia de España, pero será una generación perdida.  Cabe preguntarse cómo es posible que sabiendo que esas son las consecuencias el Gobierno de la nación haya adoptado esas medidas. La respuesta del gobierno es doble. Una es cierta: Son medidas exigidas por Bruselas y los “mercados”. Otra es falsa, cual es que a largo plazo traerán empleo. Pero ambas vienen en el apestoso envoltorio de la mentira: Se ha despilfarrado con anterioridad, dicen,  y otros son los responsables de estos desatinos. La realidad es que todas esas medidas sirven para que ante todo cobren sus deudas los bancos alemanes (y franceses y belgas) que habían dado a manos llenas dinero a la banca española para ganar todos ellos con la burbuja inmobiliaria. Ese era el problema, la enorme deuda privada española. Las ayudas europeas van destinadas, no a mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos europeos, españoles incluidos, sino a beneficiar a la oligarquía financiera. Un solo dato: No se sabe a ciencia cierta cuanto millones de euros necesitan los bancos españoles, pero los últimos recortes anunciados para el sector público suponen 65.000 millones. La cantidad máxima solicitada de Europa es de 100.000, y se dice “ off the record” que la banca española necesita con urgencia 63.000 millones. Las cifras casan ¿no?.

Así las cosas no hay que ser adivinos para ver un panorama de graves conflictos sociales, como el de la minería. En ese conflicto se ha visto cómo los mineros han recibido una ola de solidaridad mostrada con evidencia en Madrid en el día de ayer. La respuesta violenta de Gobierno no se ha hecho esperar. Negro panorama para el otoño.


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