Willy
Jaimbuad, atento seguidor de los acontecimientos de la esfera paparandeña, nos
comunica que la noticia del nacimiento de la Federación Sindical
Unitaria de Parapanda ha provocado un temblor telúrico en el Mar del Plata
cuyas consecuencias, por el momento, no están bien evaluadas, pero cuando la
polvareda levantada está empezando a reposar parece que se atisba una
desaceleración del movimiento centrífugo del sindicalismo porteño que en los
últimos tiempos ha dado lugar a la ruptura en dos de la unitaria CTA y a la
apertura de fisuras en la peronista CGT que no se sabe como podrían acabar. Ya
se sabe que la pluralidad sindical se justifica y se teoriza, pero también que
la unidad se deshace en la práctica mientras se predica un discurso que dice lo
contrario: “¡Unidad, Unidad! Pero tu por aquí y yo por allá.”
El nacimiento de la Federación Sindical
Unitaria de Paparanda (AVANCE DE LA UNIDAD SINDICAL) ha sido como un revulsivo en aquellas tierras y aguas,
hasta el punto que tras la ingestión en señal de alegría de algunas copas de
malbec algunos sindicalistas de diversa clase y condición se han puesto en
acción para seguir el ejemplo. Está por ver si el movimiento centrífugo
anterior se sustituye por uno centrípeto. Parece ser que una selecta
representación de estos sindicalistas ha pedido una reunión con los dirigentes
de la nueva Federación en la afamada localidad de Fuentealbilla, encomendándose
todos ellos al santo laico Andrés Iniesta. Estaremos atentos al desarrollo de
los acontecimientos en medio de los afanes de la Marcha a Madrid del 15 de
septiembre.
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