La convocatoria
que ha hecho del referéndum el Gobierno griego ha irritado sobremanera a los
empleados del capital financiero que ocupan los puestos de mando de la troika.
Ahora, en plan policía bueno, entra en campaña el presidente de la Comisión diciendo que un
no de los griegos es un no a Europa y, por tanto, viene a decir, implicaría la
salida de Grecia de la
Unión Europea. Una más de las mentiras de unas autoridades
europeas irresponsables, miopes y fanáticas, movidas por el deseo de venganza
contra un pueblo que ha osado elegir libre y democráticamente a un gobierno que
se opone a la pertinaz lucha de la oligarquía europea contra los trabajadores
de todas clases en su intento de acabar con el Estado Social de Derecho.
Las mentiras son
muchas y no dejan de ser repetidas por sus voceros en medios de comunicación
que controlan (la mayoría). Sería bueno que la mayoría de la población europea
supiese que en 2009, cuando se descubrió que el partido hermano del PP, con la
ayuda del banco Goldman Sachs, había estado durante años falseando las cuentas
públicas, la enorme deuda pública griega en su mayoría estaba en manos de
bancos alemanes y franceses y también, aunque en menor medida, españoles. A
partir de entonces empezaron los rescates por parte de la UE , Banco Central Europeo y
Fondo Monetario Internacional (la troika) a cambio de que en Grecia se
eliminase en la práctica la negociación colectiva (que provocó una reducción
brutal de los salarios), se despidiese a empleados públicos (con consecuencias
terribles en sectores como la educación o la sanidad), se redujera la cuantía
de las pensiones (lo que trajo un empobrecimiento de gran parte de la
población), se facilitase el despido (con lo que el desempleo aumentó a niveles
dramáticos), entre otras cosas. Decían que con esa receta volvería a renacer la
actividad económica tras una leve caída del PIB. Pero no ha sido así, sino que
la deuda aumentó y el PIB ha caído en casi un 25 %. Lo mismo que ha ocurrido
siempre cuando se ha aplicado esta medicina, no hay sino recordar el ejemplo de
América Latina de los años 80 y 90 del pasado siglo. Pero mientras el pueblo
griego se empobrecía, en 2013 ya los bancos se habían desprendido los títulos
de la deuda después de haber sacado de ella pingües beneficios para endosárselos
a los Estados Europeos. Es decir, el rescate fue de los bancos, no del pueblo
griego.
La salida de
Grecia del euro y de la UE
tiene importantes dificultades jurídicas, a las que se presta poca atención. En
primer lugar hay que dejar claro que los Estados Miembros de la UE no pueden expulsar a uno de
ellos. Tal posibilidad no está prevista en el Tratado de Lisboa. En segundo
lugar, el Eurogrupo no puede echar fuera del euro a un Estado Miembro sin al
mismo tiempo echarle de la Unión ,
cosa que se acaba de decir no es posible. Con la legalidad actual en la mano,
la retirada de la UE
de un Estado, en este caso Grecia, tiene que ser decidida por el propio Estado
de acuerdo con sus normas constitucionales (art. 50 TUE). Se abriría entonces
un periodo de negociaciones para decidir los términos de la retirada y el
estatus futuro de las relaciones de ese Estado con la Unión. Un periodo que
podría durar hasta dos años.
El Gobierno
griego una y otra vez ha insistido que quiere seguir formando parte de una Unión
Europea, que tiene como finalidad “promover la paz, sus valores y el bienestar
de sus pueblos” (art. 3.1 Tratado de la Unión Europea ), así
como que “teniendo presentes derechos sociales fundamentales como los que se
indican en la Carta
Social Europea […] tendrá como objetivo el fomento del
empleo, la mejora de las condiciones de vida y de trabajo a fin de conseguir
una equiparación en vía del progreso” (art. 151 Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea ). Son
las autoridades de la troika las que están actuando contra los Tratados al
imponer al pueblo griego políticas que están generando desigualdad,
pobreza, sufrimientos y exclusión social. El Comité Europeo de Derechos
Sociales del Consejo de Europa, que es el órgano encargado de la aplicación de la Carta Social , ha
establecido que son contrarias a la
Carta las medidas que han dado lugar a una brutal reducción
de las cuantías de las pensiones del Sistema de Seguridad Social griego.
¿Quiénes son entonces los antieuropeos?
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