lunes, 10 de octubre de 2016

UNA BUENA NOTICIA: EL CAFÉ COMERCIAL REABRIRÁ SUS PUERTAS



Una ciudad debe ser un lugar en el que los seres humanos puedan desarrollar su esencial sociabilidad de un modo libre, igualitario y fraterno. Para ello no solo son necesarios los edificios que dan cobijo (cuanto más bellos mejor) y los servicios que cubren otras necesidades, sino también los rincones, los espacios de encuentros en los que se van tejiendo afectos y vivencias compartidas que acaban construyendo la propia identidad. En nuestra cultura, cafés, tabernas y bares juegan un papel esencial en la sociabilidad y algunos de ellos alcanzan una relevancia especial hasta el punto que llegan a convertirse en seña de identidad de la ciudad y espacio común de muchos de sus ciudadanos.

El Café Comercial de Madrid era uno de esos espacios y bruscamente cerró sus puertas a finales de julio de 2015 dejando desamparados sus fieles adeptos. Aquel triste suceso empujó a uno de los corresponsales en Madrid de Radio Parapanda a escribir en los primeros días de agosto una nota que acababa de este modo: “Un lugar así no debe desaparecer. Siempre habrá soluciones jurídico-económicas si hay voluntad de encontrarlas. Otras ciudades ofrecen al viajero buenas practicas ante situaciones similares. La calvinista Ginebra no permitió que un histórico restaurante de la parte vieja de la ciudad acabase convertido en un Starbuck Caffe. En Bolonia la roja, la Osteria del Sole, que se dice ya existía en 1530, amparo y refugio de bebedores de vino y donde no se expende Coca-Cola ni brebaje similar, para gran alegría de la población propia y ajena, fue reabierta intacta tras un cierre temporal, que amenazó ser definitivo. En la reapertura hubo una decisiva mediación de las autoridades municipales y de la Caja de Ahorros de la región. La nacionalizada Bankia, antes Caja Madrid, lavaría muchas de sus culpas pasadas si siguiese el ejemplo de su colega boloñesa implicándose para mantener vivo el Comercial. El Ayuntamiento de Madrid seguro que también tendrá algo que decir y hacer ante el clamor público interclasista de que el Café Comercial no debe ser cerrado.” Pues bien, no nos consta que la nacionalizada  Bankia haya tomado cartas en el asunto, pero sí el Ayuntamiento que procedió a declarar este Café como Bien de Interés Cultural con el máximo grado de protección que implica que cualquier uso del local tiene que respetar todos sus elementos, desde las sillas a las lámparas. Una gran lección de cómo defender el patrimonio cultural común de la ciudadanía. Pues bien, este corresponsal  ha recibido la noticia fidedigna de que el próximo invierno el histórico Comercial reabrirá sus puertas de la mano de un pequeño grupo de entusiastas empresarios de la hostelería del barrio de Malasaña que ya han salvado una vieja taberna del barrio fundada en 1920, que cerró en 2015 para ser reabierta como Casa Macareno tras una esmerada restauración que ha dado nueva vida a los preciosos azulejos que la adornan.


La protección municipal y propio deseo de los nuevos gestores de conservar y dar nuevo esplendor al Café Comercial le auguran una nueva y esplendida etapa en la que no faltarán sus cafés y chocolates con churros, pero se añadirán magníficos platos de la cocina tradicional madrileña. El nuevo Comercial se ha propuesto conseguir el mejor cocido de todo Madrid. Para comprobar si logran este reto allí acudiremos a disfrutarlo y  con su ayuda y la de un buen morapio, que de seguro no faltará, nos enfrentaremos alegres a los rigores del invierno.

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